A veces, cuando un niño pequeño se mete algo en el oído, el objeto puede quedar atorado. Si se deja un objeto durante demasiado tiempo en el oído, puede causar picazón, dolor, sangrado o una infección. El profesional del cuidado de la salud quitó el objeto del oído de su hijo. Es posible que, mientras se recupera, su hijo tenga un sangrado leve en el oído o un poco de dolor. Esta es la forma de cuidar a su hijo en el hogar.

• Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud acerca de la limpieza del oído. No coloque nada dentro del canal auditivo (ni siquiera un hisopo).
• Si su hijo siente dolor y el profesional del cuidado de la salud se lo permite, puede darle acetaminophen (como Tylenol® o la marca de una tienda) o ibuprofen (como Advil®, Motrin® o la marca de una tienda). Siga las indicaciones del prospecto sobre la dosis y la frecuencia adecuadas. No les dé ibuprofen a los bebés de menos de 6 meses de edad.
• Si el profesional del cuidado de la salud le recetó gotas para los oídos, úselas según las instrucciones del profesional.

• Su hijo comienza a tener dolor, sangrado o supuración del oído. O si el dolor, el sangrado o la supuración existentes empeoran.
• El oído está inflamado o rojo.
• Su hijo se vuelve a meter algo en el oído.
• Usted cree que su hijo no está escuchando normalmente.

¿Qué ocurre cuando se queda atorado un objeto en el oído?  El objeto causa irritación e inflamación en el canal auditivo. Es posible que corte la parte interior del oído y cause un poco de sangrado. También puede hacer que al niño le resulte difícil escuchar con ese oído. Las pilas de botón (pilas redondas y planas que se usan en relojes, juguetes, controles remoto y otros dispositivos) pueden provocar quemaduras en el interior del oído. 

¿Cómo puedo evitar que mi hijo se vuelva a meter algo en el oído? Mantenga los objetos pequeños (como pilas, imanes, cuentas, aretes, crayones y piezas pequeñas de juguetes) fuera del alcance de los niños. Dígale a su hijo que nunca debe meterse objetos en la nariz, los oídos o en cualquier otro orificio del cuerpo porque pueden quedar atorados en el interior. Los adultos siempre deben vigilar a los niños cuando están cerca de objetos pequeños en el hogar, la guardería y el preescolar.