Los testículos no descendidos (que también reciben el nombre de "criptorquidia") es una afección donde uno o los dos testículos de un bebé no han descendido hasta el lugar que les corresponde ocupar dentro del escroto. 

Un testículo no descendido puede bajar por sí solo durante los primeros meses de vida. Si el testículo no desciende antes de que el bebé cumpla 6 meses, se recomienda operar.  

• Usted puede cuidar a su bebé como lo hace habitualmente. 
• Acuda a todas las visitas de seguimiento según se lo haya indicado el profesional del cuidado de la salud. 
• Lleve a su hijo a las citas de seguimiento para que el profesional del cuidado de la salud compruebe si el testículo ha descendido.

Su bebé parece inquieto o vomita más de un par de veces. Esto podría ser un signo de torsión del testículo (torsión testicular).

Su bebé:

• Tiene dolor o hinchazón en uno o ambos testículos
• Está muy molesto e inquieto y no se lo puede consolar

¿Tener un testículo no descendido implica algún riesgo? Hay algunos riesgos, tales como:

• Torsión testicular (el testículo se retuerce sobre sí mismo)  
• Recuento de espermatozoides inferior al normal, lo que puede afectar la fertilidad
• Riesgo ligeramente mayor de cáncer testicular en la etapa adulta

La operación de descenso del testículo dentro del escroto puede ayudar a reducir estos riesgos. Lo mejor es que esta operación se lleve a cabo antes de que el niño cumpla 2 años de edad. 

¿Qué operación se hace para corregir un testículo no descendido? Por lo general, se practica una orquiopexia. En este procedimiento, se hace un pequeño corte en la ingle, se baja el testículo dentro del escroto hacia el lugar que debería ocupar y se fija allí con puntos de sutura. La mayoría de los bebés se van a casa el mismo día de la operación y se recuperan por completo en una semana.