Si bien encontrar sangre en las heces de su hijo puede resultar alarmante, se trata de algo frecuente y no suele deberse a una afección grave.

• Siga las instrucciones que el profesional del cuidado de la salud le dio respecto de la dieta de su hijo.
• Si el profesional del cuidado de la salud le recetó un medicamento, déselo tal como se lo haya indicado.
• No le dé a su hijo laxantes, medicamentos antidiarreicos ni otros medicamentos a menos que el profesional del cuidado de la salud se lo recomiende.
• Lleve un registro del movimiento de vientre de su hijo (duro, blando, más frecuente o menos frecuente), la respuesta a los tratamientos o los cambios en la dieta y la cantidad de sangre que ve en las heces. Lleve esta información a las visitas de seguimiento.
• El profesional del cuidado de la salud tal vez envíe a su hijo a ver a un especialista. Asegúrese de programar las visitas de seguimiento con el profesional del cuidado de la salud o con el especialista, tal como se lo hayan recomendado.

Su hijo:

• no quiere comer
• pierde peso
• está más cansado de lo habitual
• tiene fiebre o vómitos

Su hijo:

• tiene inflamación, sensibilidad o dolor en el abdomen
• tiene cada vez más sangre en las heces
• está muy lento o pálido
• no para de llorar y es difícil calmarlo
• vomita sangre o un material similar a granos de café

¿Qué aspecto tiene la sangre en las heces? La sangre en las heces puede ir de un color rojo brillante a marrón o negro. Tal vez solo se la vea en el pañal o en el papel higiénico. Es posible que esté mezclada con las heces o que solo esté sobre la superficie de las heces. A veces, la sangre no es visible, pero aparece al examinar una muestra de heces en el laboratorio.

¿Por qué puede haber sangre en las heces de los niños? En los niños, son muchas las cosas que pueden hacer que haya sangre en las heces, según la edad del niño. Encontrar el origen exacto de la sangre no siempre es fácil. La sangre en las heces puede venir de cualquier parte del aparato digestivo, desde el esófago hasta el recto y el ano (el orificio por donde salen las heces). A veces, puede venir de sangre que el niño tragó por un sangrado en la boca, la garganta o la nariz.

¿Es posible que parezca que las heces tienen sangre cuando no es así? Algunos alimentos y medicamentos cambian el color de las heces y hacen que estas se vean sanguinolentas. Por ejemplo, las remolachas y los alimentos con pigmentos de color rojo pueden hacer que las heces se vean rojas, como si tuvieran sangre fresca en su interior. Los arándanos y los suplementos de hierro pueden hacer que las heces se vean negras, como si tuvieran sangre vieja en su interior. El profesional del cuidado de la salud puede hacer una prueba de las heces para determinar si hay sangre en ellas.