(Breath-Holding Spells: How to Care for Your Child)
Los espasmos del sollozo ocurren cuando un bebé aguanta la respiración, usualmente después de sentir enojo, frustración, sorpresa o dolor. A veces, el niño puede llegar a desmayarse por aguantar la respiración. Presenciar un espasmo del sollozo puede causar temor, pero el espasmo es inofensivo. Los niños dejan de sufrirlos cuando tienen aproximadamente 8 años (y en muchos casos los superan antes). Esto es lo que debe hacer si su hijo tiene un espasmo del sollozo.


Existen dos tipos de espasmos del sollozo:
En ambos tipos de espasmos, los niños se desmayan durante hasta un minuto. En casos excepcionales, los niños pueden llegar a tener convulsiones. Las crisis convulsivas no provocan daños a largo plazo ni hacen que el niño esté en riesgo de desarrollar un trastorno convulsivo.
Si su hijo tiene un espasmo del sollozo:
Una vez que el espasmo del sollozo haya pasado:

Su hijo:

Su hijo sigue azulado y no respira durante más de un minuto o tiene una crisis convulsiva que dura más de cinco minutos.

¿Cuál es la causa de los espasmos del sollozo? No se sabe con exactitud cuál es la causa. Suelen ocurrir cuando un niño tiene sentimientos fuertes, pero los niños no provocan los espasmos deliberadamente. Solo se trata de la forma en la que el cerebro y el cuerpo responden a los sentimientos fuertes. A veces, la causa puede ser la anemia.
¿Es posible prevenir los espasmos del sollozo? Si su hijo tiene anemia, tratarla puede ayudar a reducir la frecuencia de los espasmos del sollozo.
Si existe un desencadenante específico, puede ser conveniente intentar evitarlo. Por ejemplo, si los espasmos del sollozo de su hijo ocurren cuando el niño está muy enojado, intente que no esté excesivamente cansado o hambriento y busque maneras de calmarlo, como respirar profundo o jugar con su juguete favorito. Puede ser difícil encontrar el equilibrio entre disciplinar a su hijo e intentar prevenir los espasmos del sollozo. Hable con el profesional de la salud si necesita ayuda para usar tácticas tranquilas para disciplinar a su hijo.