(Gallstones: How to Care for Your Child)
Si los cálculos biliares le provocan dolor u otros problemas, los profesionales del cuidado de la salud pueden tratarlos para que su hijo se sienta mejor.


La vesícula es un órgano pequeño ubicado justo debajo del hígado, en la parte superior derecha del abdomen. Almacena la bilis, un líquido producido por el hígado para ayudar a digerir la grasa de los alimentos que comemos.
A veces, el material de la bilis se acumula y endurece formando como pequeñas piedrecitas, que reciben el nombre de cálculos biliares. Existen dos tipos de cálculos biliares: los formados por colesterol y los formados por bilirrubina (un pigmento que se crea por la degradación o metabolización de los glóbulos rojos). Los cálculos biliares pueden aparecer en niños con anemia de células falciformes u otras afecciones, o en quienes están recibiendo determinados tratamientos.
Muchas personas con cálculos biliares no presentan ningún síntoma. Pero si el cálculo se atora en la salida de la vesícula, la persona puede sentir dolor en la parte superior derecha del abdomen, debajo del omóplato derecho o en la espalda. El dolor puede empeorar después de comer alimentos con grasa. Una persona con cálculos biliares también podría tener náuseas o vómitos.
Es posible que el profesional del cuidado de la salud haya recurrido a análisis de sangre y diagnóstico por imágenes (como ultrasonido o tomografía computada) para determinar si su hijo tiene cálculos biliares.
A veces, los cálculos biliares salen por sí solos del organismo y los que no provocan síntomas o problemas tal vez no requieran tratamiento. Pero, con frecuencia, los cálculos biliares que provocan síntomas se deben tratar con una cirugía removiendo la vesícula. Después de la cirugía, los cálculos biliares no vuelven a aparecer. A veces, se utilizan medicamentos para disolver los cálculos biliares formados por colesterol, pero pueden tardar años en surtir efecto y pueden aparecer nuevos cálculos biliares después del tratamiento.


Su hijo:

Su hijo:

Los niños que han tenido cálculos biliares a veces vuelven a tenerlos y los niños que no tuvieron síntomas con los cálculos biliares anteriores pueden comenzar a tener síntomas. Comuníquese con el profesional del cuidado de la salud si aparecen síntomas.