En los bebés, una temperatura rectal (en las nalgas) de 100.4 °F (38 °C) o superior se considera fiebre. La mayoría de los casos de fiebre no tienen una causa grave. Pero el profesional del cuidado de la salud revisó cuidadosamente a su bebé y le hizo algunas pruebas para mayor seguridad. Su bebé se ve bien y los resultados preliminares de las pruebas están bien. Puede cuidar a su bebé en el hogar mientras está atento a cambios en el estado de su bebé.

• Lleve a su bebé a ver a un profesional del cuidado de la salud dentro de un plazo de 24 horas (o el tiempo que le hayan recomendado) para asegurarse de que siga bien y para ver si hay más resultados de las pruebas.
• Tenga el teléfono al alcance de la mano para que el hospital pueda comunicarle los resultados de las pruebas. A veces, los bebés necesitan volver para hacerse más análisis o repetir una prueba.
• Si le parece que su bebé tiene fiebre o parece estar molesto, tómele la temperatura rectal con un termómetro digital. No use un termómetro de mercurio ya que no son seguros.
• Si su bebé tiene fiebre y parece molesto, es probable que un medicamento lo ayude. Pregúntele al profesional del cuidado de la salud si puede darle acetaminophen (como Tylenol® o la marca de una tienda). No les dé ibuprofen (como Advil®, Motrin® o la marca de una tienda) a bebés de menos de seis meses. No le dé aspirina a ningún niño, sin importar su edad, ya que puede provocar una enfermedad inusual pero grave, denominada "síndrome de Reye".
• Ofrézcale a su bebé leche materna o fórmula con frecuencia para ayudarlo a prevenir la deshidratación. No le ofrezca agua corriente. Esta no aporta las calorías y electrolitos que su hijo necesita.
• Vista a su bebé con ropa ligera. Si tiene demasiada ropa, su bebé podría acalorarse.
• No le ponga agua fría al bebé para bajar su temperatura. Puede limpiar al bebé con agua tibia si es necesario.

Su bebé:

• no puede alimentarse bien
• tiene vómitos o diarrea
• tiene un sarpullido
• está molesto, irritable o llorando y no es posible calmarlo
• tiene una temperatura inferior a 97 °F (36.1 °C)
• tiene fiebre durante más de 2 o 3 días, o vuelve a tener fiebre después de haber estado sin temperatura durante un tiempo

Su bebé:

• parece estar deshidratado; los síntomas son somnolencia, boca seca o pegajosa, ojos o fontanela de la cabeza hundidos, pasar entre 6 a 8 horas sin mojar un pañal, llorar con pocas lágrimas o sin lágrimas
• tiene dificultad para respirar
• tiene la fontanela de la cabeza inflamada
• tiene una convulsión (movimientos del cuerpo que parecen descontrolados)
• parece estar empeorando

¿Cuál es la causa de la fiebre? En la mayoría de los casos, la fiebre en los bebés se debe a una infección viral (como un resfriado común). Pero algunos casos de fiebre se deben a infecciones bacterianas, que pueden ser graves en bebés de menos de 2 meses.

¿Qué pruebas les pueden hacer los profesionales del cuidado de la salud a los bebés que tienen fiebre? Además de un examen, el profesional del cuidado de la salud tal vez ordene algunas de las siguientes pruebas:

• análisis de sangre 
• análisis de orina
• punción lumbar
• radiografía de tórax 
• análisis del moco de la parte posterior de la nariz y la garganta
• análisis de heces (caca)

Algunos resultados están listos en el día. Otros demoran unos pocos días.

¿Por qué un bebé con fiebre necesita tantas pruebas? Los profesionales del cuidado de la salud deben comprobar si los bebés pequeños con fiebre tienen una infección bacteriana porque:

• El sistema inmunitario (que combate las infecciones) de los bebés no está totalmente desarrollado. Por lo tanto, no pueden combatir las infecciones tan bien como los niños mayores y tienen más riesgos de sufrir una infección bacteriana grave.
• Los bebés no pueden decir cómo se sienten ni dónde les duele. Sin las pruebas, es difícil saber si la fiebre de un bebé se debe a una infección viral leve que mejorará por sí sola o si se debe a una infección bacteriana grave que requiere tratamiento especial.

¿Cuál es la mejor manera de medir la temperatura de un bebé? La mejor manera de medir la temperatura de la mayoría de los bebés es medir la temperatura rectal (en las nalgas del bebé) con un termómetro digital.