(Rotavirus: How to Care for Your Child)
El rotavirus es una infección que produce diarrea y vómitos. Lo más importante es mantener a su hijo hidratado ofreciéndole una cantidad abundante de líquidos.


El rotavirus es una causa común de la gastroenteritis viral ("fiebre estomacal"). La mayoría de los niños lo han padecido al menos una vez antes de los cinco años. Los niños se encuentran en riesgo de padecer rotavirus porque con frecuencia no se lavan las manos; por lo tanto, los gérmenes entran en sus bocas cuando comen o se llevan las manos a la boca.
El rotavirus provoca diarrea acuosa severa, a veces, acompañada de vómitos, fiebre y dolor abdominal. Algunos niños también tienen tos y una nariz que gotea. En general, el rotavirus se extiende unos cuantos días, pero puede durar hasta una semana. Como el rotavirus es una infección viral, los antibióticos no son de utilidad.
El rotavirus se suele diagnosticar con un análisis de heces (caca). Es posible que se hayan hecho otros análisis de las heces para asegurarse de que la infección no haya sido provocada por bacterias o parásitos. Tal vez, el profesional del cuidado de la salud también haya hecho análisis de orina o de sangre para comprobar el nivel de deshidratación de su hijo.
Los vómitos y, en especial, la diarrea provocada por el rotavirus pueden provocar deshidratación en los niños. Muchos niños con deshidratación leve pueden beber suficiente líquido como para recuperar los líquidos perdidos. Pero cuando un niño sufre una deshidratación más grave o no puede beber suficiente líquido, se le administra una terapia de rehidratación en el hospital.
Su hijo fue rehidratado en el hospital y ahora puede beber y recibir atención en su casa. Es importante mantener al niño hidratado mientras se recupera de su enfermedad.


Su hijo:

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