A su hijo lo ha mordido un perro. Un equipo de especialistas que suele incluir a un cirujano plástico y un ortopedista (especialista en huesos) atendió a su hijo mientras estuvo en el hospital. Dado que ser mordido por un perro puede ser muy perturbador, es posible que un psicólogo, terapeuta, trabajador social u otro especialista en salud mental haya hablado con su hijo.

Ahora puede cuidar de su hijo en casa. El niño necesitará su apoyo mientras se recupera. Es importante seguir las instrucciones del profesional del cuidado de la salud para que las heridas no se infecten.

Para ayudar a prevenir infecciones:

• Siga las instrucciones específicas que le haya dado el profesional del cuidado de la salud para mantener bien limpia la herida. 
• Dele a su hijo el antibiótico, o cualquier otro ungüento, que le haya recetado el profesional de la salud siguiendo sus instrucciones.
• Examine la herida al menos una vez al día en busca de signos de infección, como inflamación, calor, dolor y pus (supuración amarilla).

Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud acerca de lo siguiente:

• Si debe cubrir la herida (por ejemplo, con una gasa o un vendaje) después de lavarla.
• Si se debe cubrir la herida al bañarse o ducharse.
• Las actividades que deba evitar.
• Cuándo puede retomar su hijo la escuela y otras actividades.
• Darle a su hijo medicamentos para el dolor, como acetaminophen (Tylenol® o la marca genérica de la tienda) o ibuprofen (Advil®, Motrin® o la marca genérica de la tienda). Siga las instrucciones del prospecto para saber qué dosis y con qué frecuencia darle el medicamento. No les dé ibuprofen a los bebés menores de 6 meses de edad.
• Cuándo hay que hacer la visita de seguimiento.

Su hijo:

• Tiene fiebre
• Tiene la herida más roja o más inflamada 
• Desarrolla una inflamación en los ganglios linfáticos
• Desarrolla calor, vetas rojas o drenaje de pus en la herida.

Recuerde que usted es quien mejor conoce a su hijo. Si su hijo tiene síntomas que le preocupan o parece muy enfermo, llame al profesional del cuidado de la salud.

Su hijo

• Tiene un dolor intenso
• Tiene mucho sueño y es muy difícil despertarlo

¿Qué problemas pueden surgir por una mordedura de perro? Las mordeduras de perro pueden causar cicatrices y, a veces, los gérmenes que los perros tienen en la boca pueden provocar una infección. Es posible que a su hijo le hayan colocado puntos de sutura y/o un injerto de piel (donde se toma piel sana de una parte del cuerpo para cubrir o reemplazar la piel dañada) para ayudar a que las heridas sanen y disminuir las cicatrices. También le dieron antibióticos para prevenir o tratar una infección.

En contadas ocasiones, las mordeduras de perros pueden causar enfermedades graves, como la rabia o el tétanos. De haber sido necesario, el profesional del cuidado de la salud inició un tratamiento contra la rabia y le administró a su hijo una vacuna contra el tétano.

¿Qué más debería saber sobre las mordeduras de perros? Después de que a un niño lo muerda un perro, puede tener mucho miedo a los animales y querer evitarlos, tener pesadillas o presentar otros signos de estrés. Si tuvo que sacrificar a su mascota o enviarla a vivir a otro lugar, es posible que su hijo también esté triste. Hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar a su hijo a lidiar con estos sentimientos.

¿Cómo podemos prevenir las mordeduras de perro? Para evitar las mordeduras de perro, enséñele a su hijo a:

• Tratar a las mascotas con cuidado y no meterse con ellas.
• No molestar nunca a un perro mientras come, duerme o cuida de sus crías.
• Preguntar siempre si se puede acariciar al perro de otra persona. Enséñele a su hijo a dejar que el perro lo vea y lo huela antes de tocarlo.

Si tiene una mascota, asegúrese de que lleva al día todas sus vacunas.