(Delayed Sleep-Wake Phase Disorder [DSWPD]: How to Care for Your Teen)
Todos tenemos un "reloj" interno que le indica al cuerpo cuándo dormir y cuándo despertarse. Esto se denomina "ritmo circadiano". Durante la adolescencia, este "reloj" se retrasa unas horas y les indica a los adolescentes que se vayan a dormir más tarde y se despierten más tarde que los niños o los adultos. Esto no suele ser un problema si se despiertan fácilmente y funcionan bien durante el día. Pero en los adolescentes con el síndrome de la fase del sueño retrasada, el retraso hace que les resulte difícil conciliar el sueño a la hora que desean o necesitan hacerlo. Terminan durmiéndose muy tarde y tienen problemas para despertarse temprano para ir a la escuela o realizar otras actividades. También les cuesta funcionar durante el día.


El manejo del síndrome de la fase del sueño retrasada incluye restablecer el "reloj" interno del cuerpo y adelantar la hora de acostarse para acompañar los horarios sociales y académicos. Para ello, deben modificarse los horarios de acostarse y despertarse, debe seguirse una rutina previa a la hora de acostarse y deben evitarse las cosas que pueden dificultar el sueño. A su hijo adolescente puede resultarle útil:
Otras cosas que debe saber:


¿Cuál es la diferencia entre ser un noctámbulo y tener el síndrome de fase del sueño retrasada? A los noctámbulos (o trasnochadores) les gusta quedarse despiertos hasta tarde, pero suelen despertarse a tiempo para la escuela o el trabajo y no tienen dificultad para funcionar correctamente durante el día. A las personas con el síndrome de la fase del sueño retrasada les cuesta mucho despertarse por la mañana y se sienten adormiladas durante el día; esto puede hacer que les resulte difícil prestar atención en clase, mantenerse organizadas y tomar buenas decisiones. A veces, esto puede estar ligado a la depresión.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de la fase del sueño retrasada? Se considera que una persona tiene este síndrome cuando, al menos durante 3 meses, la persona tiene dificultad para conciliar el sueño a la hora que lo desea o necesita (en general, les lleva más de dos horas conciliar el sueño). Además, les cuesta mucho despertarse cuando lo desean o necesitan. Si las dejan dormir, dormirán durante la cantidad de horas que necesiten y se despertarán sintiéndose renovadas. El síndrome de la fase del sueño retrasada suele comenzar en la adolescencia y mejorar en la edad adulta.