Un bezoar es una masa dura de cabello, comida, medicamentos, chicle u otras sustancias que se encuentra dentro del estómago o de los intestinos. Su hijo puede mejorar por completo con el tratamiento adecuado.

• Dele a su hijo los medicamentos recetados tal y como se lo hayan indicado. 
• Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud sobre los alimentos que usted le puede ofrecer a su hijo. 
• Programe las visitas de seguimiento según las indicaciones que le hayan dado.

Su hijo:

• Vomita mucho
• Se niega a comer
• Tiene un dolor que empeora
• Tiene diarrea

Su hijo:

• Tiene un dolor abdominal intenso
• No puede retener los alimentos o los líquidos
• Tiene vómitos o heces (cacas) sanguinolentos
• Sus heces son de color negro

¿Cómo se desarrollan los bezoares en los niños? Un bezoar suele ocurrir porque un niño ha ingerido objetos que no son alimentos, como el cabello o el chicle. En contadas ocasiones, se puede formar un bezoar cuando trozos de comida o de leche se pegan entre sí porque el estómago del paciente descompone la comida demasiado despacio. Esto es más frecuente en los bebés prematuros que se alimentan de leche de fórmula y en los niños que se han sometido operaciones que afectan el estómago. 

¿Cómo se tratan los bezoares? El tratamiento dependerá del tipo de bezoar, de su tamaño y de cómo se encuentre el niño. Los bezoares pequeños en niños sin síntomas se suelen poder eliminar por sí solos. A veces, un bezoar se puede tratar con medicamentos o con algo de beber para deshacerlo. Algunos niños pueden tener que someterse a una endoscopia. En este procedimiento, un profesional del cuidado de la salud introduce en la boca del niño un pequeño tubo flexible provisto de una diminuta cámara en el extremo y lo baja hasta el estómago. Luego, rompe y extrae el bezoar. Para los bezoares más grandes que causan problemas, puede ser necesario operar al paciente. 

Para ayudar a prevenir la formación de más bezoares en niños que los han desarrollado por comer repetidamente cabello u otras cosas no comestibles, el profesional del cuidado de la salud puede recomendar consultar a un psicólogo o a otro profesional de la salud mental. Estos profesionales pueden ayudar al niño a aprender a controlar su fuerte impulso de volver a comer material no comestible.