Renguera: Cómo cuidar a su hijo

(Limp: How to Care for Your Child)

Los niños renguean (caminan moviéndose de un lado a otro) debido al dolor o la debilidad en la espalda, la cadera, la pierna o el pie. En general, la causa de la renguera no es grave. Suele mejorar sin ningún tratamiento específico. Siga esas instrucciones para mantener a su hijo cómodo mientras se cura.

Instrucciones para el cuidado, Home Care Instructions

  • Durante los próximos días, su hijo debe llevar una vida tranquila. Puede caminar y hacer otras actividades que no le causen dolor o empeoren la renguera. 
  • Si el profesional del cuidado de la salud le dice que puede hacerlo, dele acetaminophen (Tylenol® o la marca de una tienda) o ibuprofen (Advil®, Motrin® o la marca de una tienda). Siga las indicaciones al pie de la letra para asegurarse de darle la dosis correcta para la edad y el peso de su hijo.

Llame al profesional del cuidado de le salud si..., Call Your Health Care Professional if

Su hijo:

  • continúa rengueando durante más que unos pocos días
  • presenta enrojecimiento o inflamación en la cadera, la pierna o el pie
  • no puede caminar
  • tiene un dolor fuerte o el dolor empeora
  • tiene fiebre o una erupción en la piel
  • tiene debilidad, hormigueo o falta de sensibilidad en la pierna

Mas Informacion, More to know

¿Cuáles son las causas de la renguera en los niños? Son muchas las cosas que pueden causar renguera en los niños. Algunas de las causas más comunes incluyen las siguientes:

  • dolor en los músculos o las articulaciones que ocurre durante una infección con un virus, como el de la gripe, o después de una infección
  • una lesión o una fractura en un hueso
  • un esguince, un desgarro o un moretón en un músculo
  • una infección en una articulación
  • un problema con los pies, como una ampolla, un callo, una verruga o una uña encarnada

¿Qué ocurre si la renguera no desaparece? A veces, no es fácil saber cuál es la causa de la renguera, especialmente en los niños más pequeños que no pueden decir dónde es el dolor. Si la renguera de su hijo no mejora, es posible que el profesional del cuidado de la salud:

  • haga análisis de sangre
  • pida estudios por imágenes, como radiografías o resonancia magnética
  • envíe a su hijo a un especialista para que le hagan más estudios o le brinden atención