La neumonía por aspiración es una infección de los pulmones. Ocurre cuando algo ajeno a los pulmones entra en ellos. Los niños con una neumonía por aspiración pueden tener fiebre, tos, dolor en el pecho y dificultad para respirar.

Los médicos tratan la neumonía por aspiración con antibióticos. La mayoría de los niños comienzan a sentirse mejor uno o dos días después de haber comenzado a recibir antibióticos, pero la tos puede continuar durante varias semanas.

• Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos tal como se lo indique el profesional del cuidado de la salud. 
• Su hijo debe tomar mucho líquido.
• Permita que su hijo descanse todo lo necesario.
• Si tiene fiebre, puede darle acetaminophen (como Tylenol®, Panadol® o la marca genérica de una tienda) o ibuprofen (como Advil®, Motrin® o la marca genérica de una tienda).
• No les dé medicamentos para la tos o el resfriado a niños menores de 6 años. Estos medicamentos pueden hacer que resulte más difícil eliminar la mucosidad de la garganta al toser y pueden provocar efectos no deseados graves. Consulte con el profesional del cuidado de la salud antes de darles medicamentos para la tos o el resfriado a niños mayores de 6 años.
• Vaya a todas las visitas de seguimiento con el médico.

Su hijo:

• tiene problemas para tomar los medicamentos
• no bebe líquidos
• presenta síntomas de deshidratación, como boca seca o menos cantidad de orina
• tiene dificultad para respirar o respiración rápida
• parece estar empeorando o no mejora en uno o dos días
• tiene fiebre nuevamente o tiene fiebre más alta

Su hijo parece estar muy enfermo, se esfuerza para respirar y no le responde.

¿Cuál es la causa de la neumonía por aspiración? Habitualmente, el cuerpo mantiene la saliva, la mucosidad, los alimentos, los líquidos, el vómito y los ácidos estomacales fuera de los pulmones. Si alguno de estos elementos entra en los pulmones, puede provocar una infección denominada "neumonía por aspiración".

¿Quiénes tienen neumonía por aspiración? La neumonía por aspiración es más común en los niños que tienen problemas para tragar (disfagia) o que no siempre pueden toser para expulsar los elementos extraños fuera de los pulmones. Esto incluye a los niños que tienen sondas para la alimentación; quienes están conectados a respiradores; o que tienen convulsiones, enfermedades pulmonares o reflujo gastroesofágico (cuando el ácido estomacal sube a través del esófago o la garganta).