(AMPS: How to Care for Your Child)
En la visita de hoy, el médico le diagnosticó el síndrome de dolor musculoesquelético (DME) amplificado a su hijo. El síndrome de dolor musculoesquelético amplificado es una afección donde una persona siente un dolor intenso. El dolor se puede tener en una parte del cuerpo o en todo el cuerpo. La persona que tiene este síndrome también puede tener otros síntomas, como cambios en el color de la piel, dolor de cabeza, mareos, dificultad para concentrarse o recordar cosas, o problemas para dormir. El síndrome de dolor musculoesquelético amplificado puede hacer más difícil que un niño disfrute de las actividades cotidianas normales. El tratamiento se enfoca en mejorar la capacidad del niño para participar en actividades diarias como asistir a la escuela y hacer deportes. Siga estas instrucciones para ayudar a su hijo a hacer frente a la enfermedad y volver a su vida habitual.


Su hijo:

¿Por qué tienen síndrome de dolor musculoesquelético amplificado los niños? Los expertos no saben por qué los niños tienen el síndrome de dolor musculoesquelético amplificado. Los expertos creen que podría estar relacionado con un problema en la forma en que el sistema nervioso maneja o detecta las señales de dolor. Los huesos, músculos, órganos y otras partes estructurales del cuerpo suelen estar sanos. Pero los nervios que se conectan a estas estructuras no envían las señales de dolor adecuadas hacia o desde el cerebro.
Puede haber factores biológicos, psicológicos y sociales involucrados en el desarrollo del síndrome de dolor musculoesquelético amplificado.
¿Cómo se trata el síndrome de dolor musculoesquelético amplificado? El tratamiento es una combinación de:
Debido a que el síndrome de dolor musculoesquelético amplificado es complejo, su hijo trabajará con muchos expertos del equipo de atención con el fin de regresar a la escuela y a las actividades cotidianas.
Algunos niños con síndrome de dolor musculoesquelético amplificado utilizan dispositivos, como aparatos ortopédicos, andadores o bastones. Los especialistas trabajarán con los niños para ayudarlos a dejar de usar esos dispositivos cuando ya no los necesitan.
La duración y la frecuencia del tratamiento dependerá de cada situación. A medida que los niños mejoren, el tiempo entre una visita (clínica o para terapia) y otra puede ser más extenso. Los niños pueden regresar para revisiones a fin de asegurarse de que se acuerden de usar las habilidades que aprendieron y continúen sintiéndose bien.