Es normal que los bebés regurgiten. Esto puede ocurrir inmediatamente después de comer o un poco más tarde, con frecuencia con un eructo. A medida que los niños crecen, suelen regurgitar con menos frecuencia.

• Haga que su hijo eructe mientras se alimenta y después de alimentarse:
  • Si le da de mamar, hágalo eructar cada vez que cambie de lado.
  • Si lo alimenta con biberón, hágalo eructar después de que haya tomado de 2 a 3 onzas (60 a 90 ml).
• No alimente a su bebé en exceso. Pregúntele al profesional del cuidado de la salud cuánto debe comer su bebé y con qué frecuencia.
• Mantenga a su bebé erguido durante 15 a 30 minutos después de alimentarlo. Una buena forma de hacerlo es sostener al bebé por encima del hombro.
• Coloque siempre al bebé a dormir boca arriba durante la noche y para las siestas. Su bebé no se ahogará si regurgita mientras duerme.

Su bebé:

• no parece estar creciendo
• llora mucho más de lo habitual
• se rehúsa a comer o llora y se arquea para alejarse del biberón o el seno cuando lo alimenta
• tose, se asfixia, respira con silbidos o tiene dificultades para respirar
• vomita con intensidad más de una vez
• tiene sangre en el excremento (caca)
• continúa regurgitando después del primer año de vida

• Su bebé vomita sangre o bilis (un líquido verde o amarillo).

¿Por qué regurgita mi bebé? La regurgitación forma parte de ser bebé. Los músculos del esófago de un bebé (el "conducto de los alimentos" que conecta la boca con el estómago) aún se están desarrollando. No son lo suficientemente fuertes como para mantener siempre los alimentos en el estómago. Los alimentos pueden subir nuevamente a la boca o la nariz del bebé después de comer o al eructar.

¿Mi bebé necesita un medicamento para tratar la regurgitación? No. La regurgitación no es dolorosa y su bebé está creciendo bien; por lo tanto, no es necesario ningún medicamento. Probablemente, su bebé deje de regurgitar para cuando tenga un año.