El derrame pericárdico ocurre cuando hay demasiado líquido en el pericardio. El pericardio es un saco delgado que rodea el corazón de una persona. El saco protege el corazón y lo mantiene en su lugar. En el pericardio se puede acumular líquido adicional cuando hay inflamación (hinchazón e irritación), infección o después de una cirugía cardíaca. A medida que el líquido se acumula, ejerce presión sobre el corazón. Los médicos tratan el derrame pericárdico cuando se junta demasiado líquido. Es posible que pequeñas cantidades de líquido no necesiten tratamiento.

Su hijo ha recibido tratamiento y puede recuperarse en casa.

• Dele a su hijo los medicamentos recetados exactamente como se lo hayan indicado.
• Pregúntele a su cardiólogo qué actividades debe evitar su hijo y cuáles puede realizar con seguridad.
• Preste mucha atención a cualquier síntoma, como dolor de pecho, dificultad para respirar o dolor al respirar (especialmente cuando se inclina hacia adelante).

Su hijo tiene:

• dificultades para respirar
• dolor de pecho
• fiebre 
• desmayos  
• palpitaciones del corazón

¿Cómo se diagnostica un derrame pericárdico? Los médicos usan algunas o todas estas pruebas para identificar un derrame pericárdico:

• Electrocardiograma (ECG o EKG), para comprobar la actividad eléctrica del corazón.
• Radiografía de tórax, para crear una imagen de las estructuras en el tórax.
• Tomografía computarizada, para crear una vista transversal detallada de las estructuras en el tórax.
• Análisis de sangre, para buscar la causa de la pericarditis.  

¿Cómo se tratan los derrames pericárdicos? Algunos derrames pericárdicos no necesitan tratamiento. Cuando se necesita tratamiento, los médicos pueden:

• administrar medicamentos
• usar una aguja para drenar el líquido (pericardiocentesis)
• hacer una cirugía para abrir una parte del pericardio para que el líquido pueda continuar drenándose