Los controles médicos permiten asegurarse de que estás creciendo bien y ayudan a detectar si hay algún problema de salud. Vuelve en un año para el control médico de los 15 años.
Haz elecciones saludables para tu dieta:
Come con tu familia con tanta frecuencia como puedas.
Sigue una dieta equilibrada que incluya proteínas (como el pollo y el pescado), cereales integrales, fruta, verdura y productos lácteos descremados.
Consume aproximadamente 3 porciones de lácteos al día. Entre estos alimentos, se incluyen la leche descremada y la semidescremada, la leche de soja fortificada y el queso y el yogur descremados. Las fuentes de calcio no lácteas incluyen jugos, cereales y pan fortificados; verduras de hojas verdes oscuras; y tofu (fortificado con calcio).
Come alimentos ricos en hierro todos los días. La carne magra, el pollo, el marisco, las alubias y los alimentos enriquecidos con hierro (como el pan y los cereales) son buenas fuentes de hierro.
Si bebes jugos, no ingieras más de 8 onzas (240 ml) al día.
Lee las etiquetas de los alimentos y limita los alimentos con alto contenido de grasas (como carnes grasosas), azúcar agregada (como refrescos y bebidas deportivas) y sal (como la comida chatarra).
No bebas bebidas energizantes. Contienen grandes cantidades de cafeína, y otros estimulantes similares, y pueden causar problemas de salud.
Escoge refrigerios saludables y con bajo contenido de grasa (como frutas y verduras), evita saltearte las comidas (en especial el desayuno) y haz elecciones saludables cuando comas fuera (como alimentos asados en lugar de fritos y beber leche o agua).
Haz al menos una hora de actividad física todos los días. Nadar, correr y jugar baloncesto son excelentes maneras de mantenerte activo.
Habla con tus padres para hacer un plan para el uso de los dispositivos tecnológicos (esto incluye teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras, videojuegos y televisores). Este plan debería:
Combinar el uso de pantallas con conductas saludables, como pasar tiempo con otras personas, mantenerte activo y dormir entre 8 y 10 horas todas las noches.
Eliminar los dispositivos electrónicos de la habitación.
No permitir el uso de dispositivos electrónicos durante las comidas.
No fumes (esto incluye los cigarrillos electrónicos), no consumas drogas ni bebas alcohol.
Si eres sexualmente activo, usa un condón para protegerte de las infecciones de transmisión sexual (también llamadas "enfermedades de trasmisión sexual") y de los embarazos no deseados.
Asume la responsabilidad por el trabajo escolar. Pide ayuda si la necesitas.
La presión de los pares puede derivar en actividades peligrosas. Escoge amigos que apoyen tus elecciones seguras y saludables.
Practica hablar los problemas con otras personas para manejar los sentimientos fuertes y para resolver los desacuerdos sin recurrir a la violencia.
Está atento a la manera en que tus textos o tus publicaciones en las redes sociales podrían herir a otros. Dile a un adulto si tú o alguna otra persona es víctima de acoso cibernético.
Lee por placer. Elije libros y artículos sobre temas que te interesen.
Habla con tus padres acerca de las cosas que son importantes para ti.
La mayoría de los adolescentes comenzaron la pubertad a esta edad.
En el caso de las mujeres: Habla con el profesional del cuidado de la salud si no has comenzado a tener los períodos o si tus períodos son muy irregulares.
En el caso de los varones: Habla con el profesional del cuidado de la salud si no has comenzado la pubertad (las señales iniciales son el crecimiento del pene y los testículos, y la aparición de vello púbico).
Desarrolla una imagen corporal saludable concentrándote en tus fortalezas y logros más que en tu aspecto.
Habla con el profesional del cuidado de la salud o con tus padres si crees que puedes tener un trastorno alimenticio. Las señales incluyen hacer ejercicio físico con mucha frecuencia, comer mucho menos de lo esperado, pérdida rápida de peso y atracones (comer grandes cantidades de alimentos; a veces, a escondidas).
Encuentra maneras de controlar el estrés, como hablar sobre tus sentimientos, hacer ejercicio físico y disfrutar de actividades relajantes (como escuchar música o pasar tiempo con tus amigos). Siempre está bien pedir ayuda.
Habla con el profesional del cuidado de la salud si te sientes triste o desesperanzado gran parte del tiempo, si no disfrutas las cosas que solías disfrutar o si alguna vez piensas en lastimarte a ti mismo. Estas pueden ser señales de depresión y el profesional del cuidado de la salud te puede ayudar.
Usa siempre un cinturón de seguridad en el automóvil.
Nunca te subas a un automóvil con un conductor que haya estado bebiendo o consumiendo drogas. Llama a uno de tus padres o a un adulto de confianza para que te ayude.
Mantente seguro en Internet. No des información personal ni publiques algo que no quisieras que se comparta.
Si eres víctima de acoso cibernético, díselo a uno de tus padres, a un maestro o a otro adulto en quien confíes.
No andes en vehículos todo terreno, como motocicletas, triciclos o cuatriciclos.
Usa equipo de seguridad adecuado para hacer deportes, incluidos los cascos, los protectores para los ojos, los protectores para la boca, y el material acolchado de protección.
Nunca tomes medicamentos (incluidos los recetados y los no recetados) que no te haya recomendado o recetado un profesional del cuidado de la salud.
No portes ni uses armas.
No uses camas solares. Aumentan el riesgo de tener cáncer de piel.
Participa activamente en tu atención médica hablando con el profesional del cuidado de la salud directamente, programando citas y verificando los resultados de los análisis. Programa una visita al ginecólogo si el profesional del cuidado de la salud te lo recomienda.
Cepíllate los dientes dos veces al día con una pasta de dientes que contenga flúor y usa el hilo dental una vez al día. Ve al dentista cada 6 meses.
Cuando te expongas al sol, usa un protector solar resistente al agua con un FPS mínimo de 30, vuélvetelo a aplicar cada 2 horas o más a menudo si sudas o te mojas.
Sigue las instrucciones del profesional del cuidado de la salud sobre las inmunizaciones (vacunas) y los análisis.
El profesional del cuidado de la salud puede informarte sobre ayuda disponible en la comunidad o a través de un trabajador social. Habla con el profesional del cuidado de la salud si estás preocupado porque tú (u otro integrante de tu familia):